Los
impuestos en todas partes del mundo existen, y la gente lo acepta porque ven
los beneficios que este genera a la población. En nuestra querida República
Dominicana el mencionar este pago al Estado llena al consumidor de rabia,
enfado y disgusto. Porque aquí el impuesto tiene otra connotación diferente a
la de otros Estados.
En
la mayoría de los países del mundo el impuesto se paga con gusto y me atrevo a
decirlo, por lo siguiente, el gobierno les devuelve cada centavo en seguridad
social, salud, educación, los productos de primera necesidad o canasta básica a
un precio asequible para todos sin inclusión de personas(pobres), calles y
autovías en buen estado, espacios públicos y de recreación limpios, con
ayuntamientos eficientes, un cuerpo de bomberos equipados para emergencias,
entre otras necesidades del ser humano.
No
se puede decir que el gobierno dominicano tiene respuesta a estos servicios ya
mencionados resueltos. Porque realmente el pueblo le vale gorro o simplemente
nada. A los gobiernos que a lo largo de nuestra historia han desfilado,
diciendo que van a hacer, solo cuando ay campañas para elecciones pero resulta
que cuando llegan a la mina de oro se les borra sus memorias, claro se enfocan
en un solo motivo, en enriquecerse a costilla de los que con sus buenas
voluntades le dieron el sí para que sean los representantes del pueblo y les
trate de manera humana. En fin, los dominicanos somos gentes de aguante, y yo
diría que nos encanta el masoquismo porque con tantos malos tratos y así vamos
fielmente a dar votos a estos corruptos, delincuentes encorbatados, cobardes e
inhumanos.
No
sé si me estoy excediendo, pero creo que nos saldría mejor cobrar nuestro
sueldo y dejarlo al estado para que ellos resuelvan a ver si nos terminamos de
desplomar.
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